El usuario debe saber las diferencias entre un ETF de bitcoin y la criptomoneda propiamente en la cadena de bloques. Un ETF es un fondo de inversión cotizado, que utiliza activos subyacentes, para emitir acciones derivadas. Un banco o una empresa de inversiones, acumula una cantidad determinada de valores, las empaqueta y crea un indicador del conjunto, que pondrá a disposición de sus clientes.
Su nombre en inglés es “Exchange-traded funds”, de allí sus siglas ETF. Una vez que la industria de la criptografía irrumpe en la sociedad, bancos de inversión se muestran interesados en crear fondos de este tipo. En las noticias, la aprobación de estos fondos mutuos, han causado furor y muestran a las autoridades financieras de países diversos, más amigables con las criptomonedas.
Diferencias entre un ETF de bitcoin y la criptomoneda
Los ETF basados en bitcoin y otras criptomonedas, comienzan a surgir como productos financieros muy atractivos. Hay enormes diferencias entre las acciones de un ETF y los “tokens” de bitcoin y son aspectos que valen la pena tener claros. En un fondo de inversión de ese tipo, una institución financiera puede tener en una billetera digital, un portafolio de criptomonedas.
Ese portafolio puede ser solamente de bitcoin, o estar mezclado en diversas proporciones con otras criptomonedas. Depende del sector al que la institución financiera tradicional apunte. Los usuarios que aún no entran al mundo de la criptografía, podrían sentirse atraídos a su banco de confianza. Al solicitar ser parte de estos fondos mutuos, se expone al bitcoin o a otras criptomonedas, de manera indirecta.
La exposición a un ETF de bitcoin, no es igual a tener los “tokens” en una billetera digital. El usuario compra a la institución financiera que emita las acciones, un papel derivado, que le garantiza el precio de la criptomoneda. A esto debe deducir costos de funcionamiento de tal entidad. Obtendrá rendimientos en determinado tiempo, si los hay, pero no tendrá bitcoines exactamente.
Asunto de la custodia
La diferencia entre un ETF de bitcoin y la propia criptomoneda, es que esta última se gestiona en la cadena de bloques. El usuario obtiene fichas que puede almacenar bajo su propia custodia en una billetera con sus claves privadas. En el caso del fondo mutuo, el valor lo tiene en su poder el banco de inversión que crea el instrumento. Para disponer de su dinero, el usuario debe dar una orden a su operador para que liquide su posición.
En el caso de tener propiamente bitcoines en una billetera, el usuario tendrá la custodia y solamente emplearía su clave privada para mover sus fondos. Podrá realizar transferencias y pagos a través de la cadena de bloques con todos sus beneficios de tiempo y costos. El usuario estará también expuesto al valor de la criptomoneda que ha seleccionado.
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