Un periodista y fanático de Naruto, descubrió el intento del lanzamiento de una colección NFT del famosos anime, con una licencia falsa. Al ser un amante de la serie animada japonesa, pudo encontrar elementos que le ayudaron a descartar la legitimidad del proyecto. Un cofundador de la empresa, terminó admitiendo que fue engañado con la licencia y detuvo el proyecto. Además, junto a su compañera de equipo, perdieron el dinero invertido.
Dan Kahan, quien se identifica como @The_True_Dank en Twitter, advirtió en la red social que el proyecto de Bejutsu, la compañía promotora, era una estafa. En su investigación pudo encontrar que las dos personas promotoras no tenían experiencia previa en manejo de licencias de productos. Esto produjo las primeras dudas y continuó indagando, luego de ver como las redes sociales de Bejutsu aumentaban con seguidores y ya sumaban 40 mil.
Problemas con la licencia para emitir NFT de Naruto
El lanzamiento de NFT se ha convertido en eventos que atraen a decenas de miles de participantes. Un proyecto con un NFT de Naruto, no iba a ser una excepción. Kahan, quien relata a The Defiant su experiencia, dijo que actuó lo más rápido para evitar que el lanzamiento se concretara. Bejutsu ya había reclutado a un grupo de artistas, que estaban convencidos de estar trabajando en un proyecto legítimo. Incluso en redes sociales informaron que se sentían emocionados por ser parte de algo grande.
Dan Kahan, que ya conocía aspectos sobre productos originales de Naruto, profundizó en fallas que pudo detectar. Un detalle le llamó la atención. En las reglas de licencias de los creadores japoneses de Naruto, se establece que todo producto original, debe llevar las declaraciones de derecho de autor. Incluso en imágenes previas se debe establecer así. Kahan pudo ver que en las redes sociales de los artistas y de los pioneros del fallido proyecto, no se cumplía esta norma.
No era una licencia legítima
Se puso en contacto con los promotores de la colección de NFT de Naruto a los que pidió una muestra del contrato de licencia. Estos se negaron y luego entregaron un documento que el fan demostró pudo haber sido forjado. No detalla si por los autores o por quienes les vendieron a los propietarios de Bejutsu la supuesta licencia. En el reporte de Kahan, se establece que Clay Taylor y su hermana Sydney Taylor, fueron engañados, por supuestos propietarios de la licencia, en Japón.
Pudo demostrar a los hermanos Taylor que tenían una licencia falsa, luego de corroborarlo con las empresas que tienen los derechos para explotar la marca en América. Finalmente, Taylor, reconoció su error y detuvo el proyecto, antes de que fuese demasiado tarde.
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